Armengol defiende a los okupas pero se gasta ahora 150.000 € para evitar que le ocupen viviendas del Govern
En septiembre de 2020 el problema de la ocupación ilegal de viviendas también fue debatido en el Parlament y en estas ocasión los partidos del Govern rechazaron la propuesta del PP con la que pretendía que la Cámara autonómica expresara formalmente su posicionamiento general en contra de la ‘okupación’ y solicitaba apoyar la proposición de la ley sobre este tema presentada por el PP en el Congreso.
También solicitaba que un inmueble ocupado ilegalmente no pueda tener la consideración de domicilio y que los ‘okupas’ no puedan empadronarse en él. Asimismo, planteaba que las comunidades de propietarios puedan actuar directamente ante los tribunales en casos de ‘okupación’, reclamaba al Govern actuaciones para garantizar el derecho a la vivienda y rechazar la ‘okupación’ y proponía un teléfono gratuito de denuncia, entre otros puntos.
La propuesta del PP tuvo el voto en contra de los partidos que apoyan al Govern, PSIB, MÉS y Unidas Podemos.
El diputado del PP encargado de defender la propuesta fue José Luis Camps, quien alertó del «incremento de la ocupación ilegal fruto de las políticas confusas del Gobierno social-comunista», que han «generado gran tensión». También aseguró que esas políticas han disparado el precio de la vivienda y ralentizado la economía.
El portavoz de Més per Mallorca, Miquel Ensenyat, contestó a estas intervenciones afirmando que «sí que existen las mafias, y cotizan en bolsa y financian partidos políticos», en alusión a ‘fondos buitre’ de especulación inmobiliaria. Ensenyat denunció el «abuso sistemático» de este tipo de entidades y le reprochó al PP que «juegue a generar miedo» en los propietarios.
Similarmente, el diputado de Unidas Podemos Pablo Jiménez defendió que «el problema de la vivienda no es el problema de la ocupación ilegal» sino que «bancos y fondos de inversión hacen de la especulación de la vivienda un negocio cuando debería ser un derecho fundamental garantizado por el Estado».
En esta línea, Jiménez alertó de «la falta de oportunidades para poder acceder a una vivienda de forma legal, por falta de posibilidades económicas para ello y por falta de oferta de vivienda social que recoja estas necesidades».